Desafiando Los Sensibleros
Que mis temores no me tengan lastima,
Que la muerte no me tenga lastima;
Para colgar mi pellejo sobre la historia inmóvil,
Sino yo a ella, por su cobarde sin aviso.
Que el amor no me tenga lastima;
Para dejarme descorazonado y sin ojos.
Que el tiempo no me tenga lastima;
Para colgar mis recuerdos en la galería
De la nostalgia y gotearme la vejes
Poco a poco por el rostro.
Que el fracaso no me tenga lastima;
Para enrostrarme el error,
Que aunque malogrado extingue gradualmente
Los huesos.
Que la ira no me tenga lastima;
Para arrojar mi cadáver sobre
La injusticia universal.
Que la mujer no me tenga lastima;
Y aprenda en las profundidades,
Los secretos románticos del hombre.
Que el solitario silencio no me tenga lastima;
Para verme, en espejismos vagos de la
Condición poética.
Que no me tenga lastima mi propia
Lastima lastimada,
Y que la voz no quede hecha llanto,
Cuando el sol ya no salga y anuncie
Que debo guardar las agonías
O colgarlas como malditos versos
Sensibleros.